La Sulamita

Es la mas querida, la mas admirada, la mas correspondida de las mujeres. Este matrimonio del Cantar de los Cantares se conocio en la juventud y llevan ya muchos años casados y han guardado el vino bueno para el final. Ella ya se ve como Dios la ve y el esposo la ve como ella se ve. Ella sabe que su esposo tiene el espiritu santo y que hay una eleccion de Dios sobre el.
Un modelo de matrimonio es el del Cantar de los Cantares.


Besame con los besos de tu boca, tus amores son mejor que el vino
el olor de tu perfume es suave, tu nombre es colonia vertida
por eso te amaron las doncellas.

Llevame tras de ti, ¡corramos!. El rey me ha metido en sus camaras,
por ti jubilaremos y nos alegraremos, celebraremos tus amores mas que el vino,
¡con cuanta razon eres amado!


Primeros encuentros entre el esposo y la esposa (I poema) SE PRESENTA LA ESPOSA


Soy morena y amable, hijas de Jerusalen, como las tiendas de Cedar,
como las cortinas de Salomon. No os fijeis en que soy morena,
es que el sol me ha mirado. Los hijos de mi madre, airados contra mi
me pusieron a guardar las viñas. ¡Mi viña no la guarde!

Avisame donde pastoreas (deseo de encontrar al esposo)

Dime tu, amado de mi alma, donde apacientas el rebaño, para que yo no ande como errante tras los rebaños de tus compañeros.

Donde llevas el ganado al mediodia, para que yo no ande como errante

Si no lo sabes, ¡oh hermosa entre las mujeres!, sigue las huellas de mis ovejas
y lleva a pacer tus cabras junto al jacal de los pastores.

Coloquio entre los esposos:

-Amada mia, yo te comparo a la yegua que tira del carro del Faraon,
¡que linda tu cara entre las perlas, tu cuello entre collares!
Haremos pendientes de oro para ti, con cuentas de plata.

-Cuando estaba el Rey en su reposo, mi nardo dio su fragancia.
manojito de mirra es mi amado para mi, morara entre mis pechos.
Racimo de alheña es mi amado para mi, de las viñas de Engaddi.


-Que bella eres, amiga mia, que bella, tus ojos de paloma.

-Que guapo eres tu, amor mio, y que gracioso!, nuestro lecho esta florido,
las vigas de nuestra casa son de cedro, de cipres el techo.

- Yo soy la rosa de Sharon, el lirio de los valles. Como azucena entre espinas, asi es mi amada entre las doncellas.

- Como manzano entre arboles silvestres es mi amado entre los jovenes.
A su sombra que anhelaba estoy sentada y su fruto me endulza el paladar.
Me metio en la camara del vino y despliega su bandera en mi amor.
Confortarme con pasteles de uvas, cercadme de manzanas que estoy enferma de amor.
Su izquierda esta bajo mi cabeza y su derecha me abraza.

- Os conjuro, muchachas de Jerusalen, por las gacelas y las ciervas del campo, que no desperteis ni desveleis a mi amor hasta que ella quiera.


Crece el amor mutuo (II poema) EL ESPOSO EN BUSCA DE LA ESPOSA

¡La voz de mi amado! Miradlo, ya viene atravesando los montes, saltando por las lomas.
Semejante es mi amado a una gacela, parecido a un cervatillo. Mirad como se para oculto tras la cerca, mira por las ventanas, atisba por las rejas.


Habla mi amado y me dice: -"Levantate, amada mia, hermosa mia y vente.
Ya ves, paso la lluvia y el invierno se fue. La tierra se cubre de flores
llega la estacion de las canciones, ya se oye el arrullo de la tortola
por toda nuestra tierra.
Despuntan yemas en la higuera, la viñas en cierne perfumean.
¡Animate, amor mio, hermosa mia, y ven
Paloma mia, escondida en las grietas de la roca, en los huecos escarpados,
dejame ver tu figura, hazme oir tu voz, porque es muy dulce tu voz y atractiva tu figura.

Cazadnos las raposas, las pequeñas raposas que devastan las viñas,
porque nuestra viña esta en flor.
Mi amado es para mi y yo para el, que apacienta entre las azucenas.
Antes que sople el dia y huyan las sombras, vuelve, amado mio,
semejante a una gacela o a un joven cervatillo por los montes de Beter.

En mi lecho, por la noche, busque al que ama mi alma, lo busque y no lo halle.
Me levantare y cercare la ciudad, por las plazas,
buscare al amor de mi alma, lo busque y no lo halle.


Me encontraron los guardias que guardan la ciudad, les pregunte:
-¿Visteis por ventura al que ama mi alma?.
Apenas los habia pasado cuando encontre al amor de mi alma.
Lo agarre y no lo soltare hasta meterlo en casa de mi madre,
en la alcoba de la que me concibio.

Yo os ruego, hijas de Jerusalen, por las gacelas y las ciervas del campo,
que no desperteis ni desveleis al amor hasta que quiera.


La esposa conducida al esposo (III poema) EL CORTEJO NUPCIAL

¿Quien es esta que sube del desierto como columna de humo oloroso
perfumado de mirra e incienso y de todo aroma de perfumes?


Es el lecho de Salomon: sesenta valientes la escoltan, son la flor de Israel.
Todos ellos tienen espada y son guerreros sabios, cada uno con su espada a la cintura
por las alarmas de la noche.

El rey Salomon se ha hecho un trono de madera del Libano. De plata sus columnas,
de oro su respaldo, de purpura la silla,
su interior tapizado con amor por las hijas de Jerusalen.

Salid y ved, hijas de Sion, al rey Salomon con la diadema con que le corono su madre
el dia de sus bodas, el dia del gozo de su corazon.

La belleza de la esposa:

-¡Que bella eres, amada mia!. Tus ojos son palomas a traves de tu velo.
Tu melena como rebaño de cabras que ondulea por el monte Galaad.
Tus dientes, un rebaño de ovejas esquiladas que salen del baño,
todas tienen crias mellizas y entre ellas no hay esteril.
Tus pechos como dos crias mellizas de gacela que pacen entre azucenas.


Tus labios como cinta de carmesi, y tu hablar, encantador.
Tus mejillas, mitades de granada a traves de tu velo.
Tu cuello como torre de David edificada para trofeos:
mil escudos penden de ella, todos paveses de los heroes.

Antes que sople el dia y las sombras huyan, ire al monte de la mirra,
a la colina del incienso. ¡Toda hermosa eres, amada mia, no hay defecto en ti!

Ven del Libano, esposa, ven del Libano, ven. Mira desde la cima del Aman,
desde la cumbre del Sanir y del Hermon, desde las guaridas de leones,
desde los riscos de Leopardos.


Robaste mi corazon, hermana y novia mia,
me robaste el corazon con una mirada tuya, con una vuelta de tu collar.
¡Que delicioso es tu amor, hermana mia, novia! ¡Tu amor es mas bueno que el vino!
¡Y el olor de tus amores supera a todos los perfumes!

Destilan tus labios, novia mia. Hay miel y leche en tu lengua,
y el olor de tus vestidos parece fragancia del Libano.

Eres fuente sellada:

-Eres huerto cerrado, hermana y novia mia, huerto cerrado, fuente sellada.
Tus brotes son un paraiso de granados con fruta de dulzura; azafran y nardo,
aromas de canela con arboles de incienso, aloe y mirra con los mas finos balsamos.
¡Fuente de los huertos, manantial de aguas vivas, corrientes que fluyen del Libano!

-¡Levantate cierzo, austro, ven; soplad en mi jardin para que exhale sus aromas!
¡Entre mi amado en su vergel y coma las frutas de sus manzanas delicadas!

-Ya he entrado en mi huerto, hermana mia, esposa, a cosechar mi mirra y mi balsamo,
a comer de mi miel de mi panal, a beber de mi vino y de mi leche.

el coro: Comed, amigos, bebed, oh queridos, embriagaos.

El amor de la esposa, probado (IV poema) VISITA NOCTURNA DEL ESPOSO

-Yo dormia, pero mi corazon velaba. La voz de mi amado que llama!

-¡Abreme hermana, amiga mia, paloma mia, mi perfecta!.
Mi cabeza esta cubierta de rocio y mis cabellos de las gotas de la noche.

-Me he quitado mi tunica, ¿como ponermela de nuevo?.
Me he lavado los pies, ¿como volver a ensuciarlos?

Mi amado metio la mano por la cerradura y por el me estremeci.

Me levante para abrir a mi amado y mis manos destilaron mirra,
mirra fluida mis dedos por el pestillo de la cerradura.

¿Que distingue a tu amado de los otros para que asi nos conjures?

Abri a mi amado pero ya se habia ido. El alma se me fue tras de el.
Lo busque y no lo halle, lo llame y no me respondio.

Me encontraron los guardias que rondan la ciudad. Me golpearon, me hirieron,
me arrancaron el velo los guardias de las murallas.

Yo os conjuro, hijas de Jerusalen
si encontrais a mi amado hacedle saber que muero de amor.

el coro: ¿Que distingue a tu amado de los otros, oh la mas bella de las mujeres?

la belleza del esposo:

Mi amado es fulgido y rubio, distinguido entre diez mil. Su cabeza es oro, oro puro,
sus bucles, racimos de palmera, negras como el cuervo.
Sus ojos como palomas junto a arroyos de agua bañandose en leche,
posadas junto al estanque. Sus mejillas eras de balsamo, macizos de perfumes.
Sus labios son lirios que destilan mirra fluida.
Sus manos, aros de oro engastados de piedras de Tarsis.
Su vientre de pulido marfil, recubierto de zafiros.

Sus piernas, columnas de marmol fundadas en bases de oro puro.
Su porte es como el Libano, esbelto como los cedros.
Su paladar, dulcisimo y todo el un encanto.
Asi es mi amado, asi mi amigo, hijas de Jerusalen.

el coro: ¿A donde se fue tu amado, hermosa entre las mujeres?
¿A donde tu amado se volvio para que contigo le busquemos?

Mi amado ha bajado a su huerto, a la tierra de los aromas a apacentar su rebaño
y a recoger lirios.

Yo soy de mi amado y mi amado es mio, el pastorea entre las flores.


Elogio de la esposa (V poema) EL ESPOSO ENCONTRADO POR LA ESPOSA


-Hermosa eres, amiga mia, como Tirsa, deliciosa como Jerusalen,
imponente como ejercito formado. Retira de mi tus ojos porque me arrebatan.
Tu melena es como rebañño de cabras ondulante por el monte Galaad.
Tus dientes como un rebaño de ovejas que regresan del baño,
cada una con crias mellizas, ninguna de ellas esteril.

Tus mejillas son mitades de granada entre tu cabello.
Sesenta son las reinas, ochenta las concubinas e incontables las doncellas.
Unica es mi paloma, unica mi perfecta.

Ella, la unica de su madre, la preferida de la que la dio a luz.
Las doncellas que la ven la felicitan, reinas y concubinas la elogian.
¿Quien es esta que surge cual la aurora, bella como la luna, refulgente como el sol?
Terrible como batallones.
He bajado al noqueral para ver la floracion del valle,
para ver los brotes de la vid y si florecen los granados.
¡Sin saberlo, mi deseo me llevaba en los carros como principe!
y si florecen los granados.


La esposa (VI poema) EXCELENCIA Y GOZO DE ELLA.:

el coro:

¡Vuelve, vuelve, Sulamita, vuelve, vuelve para que te miremos!
¿Por que mirais a la sulamita en la danza de dos coros?
¡Que lindos son tus pies en las sandalias, hija de principe!.

Las curvas de tus caderas son como collares, obra de manos de artista.
Tu ombligo es un anfora redonda donde no falta vino aromatico.
Tu vientre un cumulo de trigo, cercado de lirios.
Tus pechos son como dos crias mellizas de gacela. Tu cuello como torre de marfil.
Tus ojos las piscinas de Jesbon, junto a la puerta de Bat Rabbin.
Tu nariz como la torre del Libano, vigia que mira hacia Damasco.
Tu cabeza sobre ti como el Carmelo y tu melena cual la purpura.


Ultimos coloquios mutuos

el novio: -Que bella eres, que encantadora, oh amor, en tus delicias!
Tu talle se parece a la palmera, tus pechos a sus racimos. Me digo:
voy a subir a la palmera, recogere sus frutos.


Sean tus pechos como racimos de uvas
y tu aliento como perfume de manzanas,
tu paladar como vino generoso que fluye suavemente hacia mi amor
deslizandose entre los labios que se adormecen.

la novia: Yo soy para mi amado y su deseo tiende hacia mi.
¡Ven amado mío, salgamos al campo!. Pasaremos la noche en las aldeas
y de mañana iremos a las viñas: veremos si la vid florece,
si las yemas se abren y si brotan los granados. Alli te dare mis amores.
Las mandragoras exhalan su fragancia.
A nuestras puertas estan todos los frutos exquisitos.
Los nuevos, igual que los añejos, amado mio, los he guardado para ti.


¡Ah, si tu fueras mi hermano amamantado a los pechos de mi madre!
Podria besarte al encontrarte en la calle, sin que me despreciaran.
Te llevaria, te introduciria en la casa de mi madre y tu me ensalzarias.
Te daria a beber vino aromatico, el licor de mis granadas.
Su izquierda esta bajo mi cabeza y su diestra me abraza.

el novio: Yo os conjuro, hijas de Jerusalen,
no desperteis, no desveleis a mi amada hasta que le plazca.


La posesion (VII poema) LA ESPOSA CONDUCIDA A CASA DEL ESPOSO

el coro: -¿Quien es esta que sube del desierto apoyada en su amado?

el novio: -Debajo del manzano te desperte, alli donde te concibio tu madre,
alli donde tu madre te dio a luz.

Ardor y estabilidad del amor:

Ponme como un sello sobre tu corazon, como un sello en tu brazo.
Porque es fuerte el amor como la muerte, tenaz como el sol la pasion.
Saetas de fuego son sus saetas, una llama de Yahveh.
Muchas aguas no pueden apagar el amor, ni los rios anegarlo.
Si alguien ofreciera todos los bienes de su casa a cambio del amor
solo encontraria el desprecio.


Apendices:


Tenemos una hermana pequeña, no tiene pechos todavia,
¿Que hemos de hacer con nuestra hermana el dia en que se trate de su boda?
Si es una muralla levantaremos sobre ella almenas de plata,
si es una puerta la adornaremos con tablas de cedro.

la esposa: Yo soy un muro y mis pechos como torres. Entonces fui a sus ojos
como aquella que encontro la paz.

los hermanos: Salomon tenia una viña en Baal-Hamon. La encomendo a sus guardas,
cada uno le pagaba por sus frutos mil monedas de plata.

la esposa: Mi propia vida esta ante mi los mil siclos para ti, Salomon
y doscientos para los que guardan su fruto.

el esposo: ¡Oh, tu que moras en los jardines donde los compañeros escuchan;
haz que yo oiga tu voz!.

la esposa: Apresurate, amado mio,
se como la gacela o el joven cervatillo sobre los montes de los aromas.