Susana



Era hermosa, casta y temerosa de Dios. Estaba casada con Joaquin y vivian en Babilonia. Dos ancianos frecuentaban la casa de Joaquin y deseaban a su mujer. Un dia decidieron esperar escondidos a que ella bajara a bañarse al jardin para aprovecharse de ella. Susana grito y acudieron los criados. Hubo un juicio y los ancianos la acusaron de adulterio y la gente les creyo a ellos.
Un gran profeta del Señor: Daniel, les interrogo por separado y se contradijeron, asi fueron condenados y la inocencia de Susana quedo comprobada.
Dios puede encontrar el modo de defender a quien le ha sido fiel. El coraje de esta mujer es un ejemplo para saber que ante una calumnia en nuestra contra, debemos esperar que Dios venga en nuestra defensa.