El matrimonio formado por Isabel y Zacarias habia envejecido junto en la dulce rutina de orar, creer y esperar. No tenian hijos pero un dia el Angel del Señor le anuncio a el que tendrian un hijo al que llamarian Juan. Como le costaba de creer, quedo mudo hasta que nacio el bebe.
Isabel vivio aquel tiempo en soledad, hasta que vio llegar a su prima Maria de Nazaret que subia a Ain Karem. Las dos primas se abrazaron y al acercarse sus vientres, el niño -lleno del Espiritu Santo- salto en su seno. Isabel entendio muy bien aquel salto del feto que llevaba en su seno y supo enseguida que algo grande iba a suceder. Isabel es la mujer que sabe que todos sus dias y todas sus noches son igualmente importantes porque Dios es rey.