Nochebuena y Navidad (A)




Misa del Gallo

Lectura del Profeta Isaías

El pueblo que vivía en la oscuridad vio una luz grande; estaban en tierra de sombras, y una luz les brilló.
Aumentaste la alegría y el gozo: se alegran delante de ti, como se alegran al segar, como se alegran al repartirse el botín.
Porque un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado: lleva al hombro el principado, y su nombre es:
Maravilla de Consejero, Dios salvador, Padre perpetuo, Príncipe de la paz.

Hoy nos ha nacido un salvador; es el Señor.

Carta de S. Pablo a Tito
Hermanos:
Ha aparecido la gracia de Dios, que da la salvación a todos los hombres; enseñándonos a renunciar a la vida sin religión y a las cosas del mundo, y a vivir, desde ahora, con responsabilidad, honradez y piedad, esperando la venida gloriosa del gran Dios y Salvador nuestro: Jesucristo, que se entregó por nosotros para salvarnos del pecado, y para prepararse un pueblo santo, dedicado a las buenas obras.

Aleluya, aleluya.
Os traigo la buena noticia: nos ha nacido un Salvador: es el Señor.
Aleluya.

Evangelio según S. Lucas

En aquellos días hubo un decreto del emperador Augusto, ordenando hacer un censo del mundo entero.
Y todos iban a inscribirse, cada uno a su ciudad.
También José, que era de la casa y familia de David, fue a la ciudad de David, que se llama Belén, para inscribirse con su esposa María, que estaba embarazada. Y mientras estaban en Belén, María dio a luz a su hijo, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en la posada.
En aquella región había unos pastores que estaban por la noche al aire libre, cuidando su rebaño.
Y se les apareció un ángel del Señor en medio de una luz fuerte y los pastores tuvieron miedo.
El ángel les dijo: —No tengáis miedo, os doy una buena noticia, la gran alegría para todo el pueblo: hoy, en la ciudad de David, os ha nacido un Salvador: el Enviado de Dios, el Señor. Y aquí tenéis la señal: encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre.
De repente, alrededor del ángel, aparecieron más ángeles que alababan a Dios, diciendo:
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra, paz a los hombres que Dios ama.


Misa de Navidad (A)

Carta de S. Pablo a Tito
Querido hermano:
Ha aparecido la gracia de Dios, que trae la salvación para todos los hombres, enseñándonos a renunciar a la vida sin religión y a los deseos del mundo, y a vivir, ya desde ahora, una vida honrada y religiosa, esperando las cosas que vendrán en el futuro: la aparición gloriosa del gran Dios y Salvador nuestro: Jesucristo.
Él se entregó por nosotros para salvarnos del pecado, y para prepararse un pueblo santo, dedicado a las buenas obras.

El mundo ha visto la victoria de nuestro Dios.

Evangelio según S. Juan

En el principio ya existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios.
La Palabra en el principio estaba junto a Dios.
Por medio de la Palabra se hicieron todas las cosas, y sin la Palabra no se hizo nada.
En la Palabra había vida, y la vida era la luz de los hombres.
La luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla la rechazó.
La Palabra era la luz verdadera, que da luz a la vida de los hombres.
La Palabra vino al mundo y estaba en el mundo;
el mundo se hizo gracias a la Palabra, y el mundo no la conoció.
Vino a su casa, y los suyos no la recibieron.
Pero a las personas que sí la recibieron, les da poder para ser hijos de Dios, si creen en su nombre.
Estos no han nacido de Sangre, ni de amor carnal, ni de amor humano, sino de Dios.
Y la Palabra se hizo Hombre, y vivió entre nosotros, y hemos visto su gloria: gloria propia del Hijo único del Padre, lleno de gracia y de verdad.